En titulares, esta semana sería algo así:
– Tomar decisiones facilita la vida
– Adoro mi curro
– Sentimientos de adolestreinta
Mi jefe ha vuelto a las andadas, con malos rollos y presiones, y he decidido decirle que no a una propuesta de ascenso. Porque no es el momento y porque simplemente, no me apetece. He estado días dándole vueltas, pensando si era mejor aceptar, pero lo cierto es que en cuanto decidí negarme, me quedé en paz. Siempre sé que una reflexión ha terminado cuando respiro tranquila.
No significa que no me guste mi trabajo, al contrario, me encanta y por eso no me apetece cambiar los ratos con los chavales por una vida más cómoda delante del ordenador.
De hecho, el sábado tocaba excursión y aunque fueron dos días sin apenas dormir y agotadores, merece la pena por ver cómo vencen miedos, se enfrentan a decisiones y vuelven a casa con una sonrisa.
Pero a quién quiero engañar… el momentazo de la semana ha sido darme cuenta de que la vida siempre puede sorprenderte. Después de la invitación al cine de hace unos días, y después de pensar que era sólo una tontería más como las que llevamos tiempo insinuando, este fin de semana he vivido un montón de sensaciones tras un nuevo encuentro; el tonteo, los nervios, mirar el móvil cada dos minutos… Casi lo había olvidado. De momento es sólo una especie de juego, algo platónico, acercamientos sutiles… pero hacía tanto que no lo sentía que estoy disfrutando muchísimo. Sentir, y también ser consciente de cada sensación, hasta llegar a un momento en el que necesitas parar porque te sobrepasa la situación y la emoción, darte cuenta de que sonríes fuera de contexto y respirar hondo buscando la calma, aunque parece que ni falta te hace ahora que podrías volar si quisieras. Es maravilloso observar las sensaciones del cuerpo, las divagaciones de la mente, sentir incluso que el mundo es un lugar donde vivir, después de mucho tiempo de tinieblas.
Suena como a amor, y aunque no quiero ni pensarlo y que se me vaya de las manos, y aunque sinceramente es pronto para hablar ello, pienso disfrutar cada minuto, reírme, jugar, dejarme cuidar y permitirme sentir. Sentir la primavera en otoño resulta sorprendente y maravilloso.
¡Feliz semana!
¡Qué bien suena todo! Disfrútalo muchísimo 😉
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Gracias Z! Lo disfruto y me asusto a partes iguales, menos mal que soy un poco payasa.
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Eso se llama guiarse por el corazón y la vocación, da igual el orden de prioridades.Fantásticoi. Feliz jornada.
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¡Que bonito suena! Esos primeros momentos de mariposas son geniales, madre mía me ha transportado a años atrás pensarlo 😀
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Cuanto extraño esos momentos que cuentas, la ansiedad, las mariposas que dice Annabel, el sentirse pletórico, el corazón a sus anchas…
Y muy bien x la decisión laboral: cambiamos tiempo de nuestras vidas x plata. A veces eso no es la mejor opción. Un billete más no reemplaza un momento más compartido con los que quieres
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Tienes razón con lo del trabajo, me va a tocar algún enfado de mi jefe pero viviré más tranquila.
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La sutileza de los comienzos… Ojalá no se acabará nunca! Dicho esto, disfruta y haz disfrutar. El tiempo dirá si merece la pena dar el paso siguiente
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Madre mía, esto era más fácil antes, ahora pienso demasiado a veces, y me asusta jejeje. Veremos a Qué jugamos…
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Vaya,una grata sorpresa leerte.Eres como una heroína chick lit, me encanta.Un beso
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Mil gracias, por leerme y por tu coment! Te seguiré de cerca 😉 Un abrazo.
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