Sin despedirme

El mundo de mis sueños sigue siendo digno de estudio. Anoche volví a ver a mi último amor platónico-verdadero (expresión mía marciana que lo diferencia de los amores platónicos-tonteo). Cómo me gustaría contar esa historia… pero ahora no estoy preparada para escucharla.
Desperté al inicio del sueño, dudando, y asustada traté de huir de aquella situación y sobre todo de su sonrisa que me secuestra cada vez. Sabiendo que no era real, no quería pasar el día de hoy recordando algo sin sentido con ese aire melancólico que queda siempre al añorar deseos imposibles. Pero tras pensarlo un momento, o tal vez ya sin pensar por culpa de esa mirada… me dejé llevar, al menos pasaré un buen rato, pensé. Con él siempre me reía mucho, conectábamos a la perfección. En cualquier caso, sé que nunca nos reencontraremos a no ser que un diente de león me conceda un deseo, así que… ¿por qué no regalarme un final, aunque sea ficticio? Al menos en alguna de mis vidas podría confesar y preguntar todo lo que quedó en el aire.
Hemos pasado un rato mágico, le he preguntado si lo de aquella noche fue real o sólo lo soñé, si como decía mi bro fui yo la que me alejé, y ambos con miedo de meter la pata dejamos pasar de largo la felicidad, vaya par de idiotas,… Nos hemos abrazado, nos hemos reído como entonces, y tras una reconciliación maravillosa aquí estoy despierta o no, un poco aturdida. Aún me queda el eco de sus susurros, el calor de sus manos, su olor en mi almohada, o sólo en mi mente que cruel juega conmigo, aún no sé. Como aquella vez, al despertar desaparecí de su vida sin despedirme, para no molestar, prometo que fue por eso. Porque en el fondo me costaba imaginar que él sintiera lo mismo, y no sé si me daba más miedo acertar o equivocarme.
Pero hoy, hoy dolerá menos la nostalgia.
image

15 comentarios en “Sin despedirme

    1. En aquel entonces yo era muy lela y mi autoestima no concebía que él pudiera sentir algo, a pesar de que todos me lo decían y ahora echando la vista atrás creo que pudo ser culpa mía por tonta. Ahora tampoco sé si tendría sentido, pero a veces pienso en la satisfacción de ir por ahí contando verdades, sobre todo cuando son bonitas. Tal vez lo haga algún día! Besicos de verdad!

      Le gusta a 1 persona

  1. Decía Serrat en Lucía: «no hay nada más bello que lo que nunca he tenido/nada más amado que lo que perdí». A su vez Sabina canta: «no hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió»
    Todos hemos tenido una historia de amor que se quedó solo en ucronía. Historias que apuntaban a ser los amores de nuestra vida y quedaron truncas antes o después de expresarla. Lo más bello que tienen, y a la vez su mayor trampa, es que al ser siempre potenciales, son siempre mejores que las historias reales.
    Un abrazo

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario