¡Treinta semanas! Recuerdo cuando cumplí los treinta, fue uno de mis mejores años, con mil cambios en mi vida y mil experiencias maravillosas. Así que esta semana no se me podía dar mal. Incluso me ha costado seleccionar tres instantes y no el resto.
– Una de las niñas mayores del cole le escribió una carta a su primer amor. Son de esos críos que desde pequeños tienen una conexión especial, o eso pensaba yo. Así que cuando me lo contó me pareció taaan bonito… Y mejor aún, él le dijo que a él también le gustaba. ¡Los primeros amores me parecen muy entrañables!
– Sin pensar en ello, esta semana de pronto tuve una «revelación». Tras una sesión de fotos durante el paseo, he decidido por fin sobre mi tatuaje. A veces tienes algo delante y no te das ni cuenta. Sólo hay que tomarse un tiempo y entonces la idea sale a flote.
– Hoy he enviado un libro a un desconocido. Gracias a una iniciativa en Facebook, he participado en un intercambio y no sé, me ha parecido muy romántico ir a Correos, escribir las direcciones y saber que alguien tendrá pronto un libro que yo leí y elegí para él. Ahora estoy deseando recibir mi propia lectura…
¡Feliz semana!
Marcianadas nocturnas 
Me ha gustado la idea de enviar un libro… Es súper bonito.
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En mi casa, y supongo que en las de muchos, hay bastantes libros ya leídos que en principio no se volverán a tocar, creo que liberarlos es lo mejor que se puede hacer, compartirlos.
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Hola, hay muchas opciones de compartir libros. En algunos países se montan estanterías públicas donde la gente coloca libros para que otros los lean: puedes quedártelos, devolverlos, cambiarlos por otros…
De algún modo, siempre todo es mejor cuando se comparte. Es una enseñanza que el sistema capitalista no te enseña: que hay cosas que son más importantes que el lucro.
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Sí Mariano, se llama Bookcrossing, lo conozco y lo practico. Pero esto es algo más personal, eliges un libro y se lo envías a una persona que no conoces pero es amiga de alguien, como una cadena de favores más o menos. Creo que los libros deben vivir y viajar, no sirve de nada tener mil en una estantería y leerlos una sola vez… gracias por comentar, un abrazo!
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Me encantan las tres anécdotas de esta semana. Amo los tatuajes, así que espero que nos enseñes el que te hagas 🙂 Y el placer de enviar un libro que ha estado entre tus manos debe de ser maravilloso.
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