A veces pienso, y trato de resumir lo que ha pasado en este tiempo, y me da la sensación de que no hay nada digno de contar, si no puedo contártelo a tí.
Otras veces, en cambio, veo todas las cosas que no he podido compartir contigo, y el tiempo se me hace eterno. Aún miro el reloj y pienso que llegaré tarde para comer. Cuando me dan una noticia, aún me digo que tengo que contarte lo que ha pasado. Entonces cae de nuevo, la misma bomba, una y otra vez, la realidad de la ausencia.
No estás. No puedo contarte. No puedo pedirte consejo. Ni preguntarte cómo hacer tus recetas.
Cuatro años. 1461días. Más de treinta y cinco mil horas. No voy a decir que pienso en tí cada uno de los más de dos millones de minutos, porque no sería cierto. Pero formas parte de cada instante importante. No te tengo más a mi lado, pero te tengo dentro de mí. En mis recuerdos, en mis sueños, en mis deseos. Aunque eso no es consuelo, sólo a veces duele un poco menos.
Cuatro años son muchísimo tiempo y también muy poco. Parece que fue ayer cuando estabas aquí. Parecen mil años desde que te fuiste.
Nunca se deja de echar de menos.
Nunca se deja de echar de menos. Yo a veces me sorprendo ante recuerdos d cosas cotidianas a las que a lo mejor no prestaba importancia y ahora daría lo que fuera por revivir. En tu recuerdo reside su memoria y su legado. Sigue recordando y echando de menos. Besitos.
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Es cierto, el instante más simple vuelve en forma de recuerdo y te remueve… Gracias por tus palabras. Un abrazo.
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Tú sigue haciendo esas maravillosas rosquillas porque es un modo fantástico de tenerlo presente. Su trascendencia es lo que queda…si no la continúas…desaparece. Besitos!!!!
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Gracias Natalia! Besicos!
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Y siempre estará contigo, porque está dentro de ti. Y la llevarás siempre a tu lado, en los malos y en los buenos momentos, para que te dé la energía que necesites. Besitos
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Gracias Óscar, eso es lo que queda… Un beso!
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Nunca se deja de echar de menos… Todo un sentido a la existencia y a los recuerdos.
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Nunca pensé que sería así perder a alguien tan cercano, es todo… raro, la verdad. Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.
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Como dices, parece que fue ayer a la vez que parece que han pasado mil años. Sólo queda el recurso de recordar todo lo bueno vivido juntos. Un gran abrazo, Silvia.
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Incluso lo malo recordado ahora toma otro sentido, curioso el mundo de la nostalgia. Gracias por el abrazo, me lo quedo. Un beso!
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Así es, Silvia, todo se suaviza con el tiempo. Un beso de fin de semana, que lo tengas feliz.
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Una persona siempre estará a tu lado en la medida en que los recuerdos estén de su parte 🙂 Ánimo!
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Gracias, aunque daría lo que fuera por construir recuerdos nuevos con ella, consuela emular su olor, su voz, cualquier tontería. Un abrazo.
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