Culturetas de mercadillo

Hay expresiones que me crispan los nervios, no sé si le pasa a todo el mundo o soy yo, que me vuelvo intolerante. Escalada de violencia. Dilatada experiencia. Estricta intimidad… Las pobres no tienen la culpa, pero es que hay quien las usa a lo loco!

Hace unas semanas hubo un accidente muy grave en el que fallecieron varias personas del barrio, y ayer una mujer saltó por un balcón cerca de mi casa. Son dos noticias terribles, la verdad, aunque no conocía a ninguno de ellos siempre te dejan algo tocado, o al menos pensativo.
El caso es que, en los paseos perrunos una se entera de estas y otras cosas, si es que como yo, sólo vive en un sitio porque allí es donde duerme y poco más. Y anoche me contaron la historia de la pobre mujer y me vino a la cabeza que según quién me lo hubiese narrado, habría utilizado una expresión que me resulta terrorífica y que escuché cuando me explicaron el accidente.

Escenario dantesco. Siempre que hay un episodio violento, se utiliza la dichosa expresión. Y parece que queda tan bien que la gravedad del drama que viven los protagonistas (supongo que dantescos ellos también) se diluye en la genialidad del redactor, narrador o locutor en cuestión, que se siente orgulloso de haber podido utilizarla. En las noticias es habitual escucharla, y me crispa. Pero cuando la utiliza alguien de mi entorno, sobre todo laboral, con cosas como un niño que se ha hecho una herida, o le ha pegado a otro, por ejemplo, ya es el colmo. Es sangre, ¡ya está! Un poco de simplicidad, por favor. Hay palabras para todo, de todos los tamaños y colores, y no entiendo por qué utilizamos algunas hasta la saciedad sólo porque nos parecen cultas. Esto es algo que ocurre mucho entre mis compañeras de curro… Y luego sueltan un «qué frío, me estoy quedando como un tímpano», claro, y me da la risa. ¡Esto no es serio!

Y además, ¿qué pensaría Dante de esto?

Y hasta ahí mi alegato.

dante

22 comentarios en “Culturetas de mercadillo

  1. ¡Qué bueno!

    Si, yo también tengo ‘pet peeves’ así. Algunas son locuciones redundantes y otras son directamente idioteces. Odio la expresión «amigo personal», por ejemplo. ¿Qué cñ es un amigo que no es personal? Pregunto. Pues yo no lo querría para mí. Y, aunque no es una expresión, odio también el uso abusivo de «o» en vez de «y» en las enumeraciones. «Asistieron fulanito, menganito o zutanito». ¿Cómo que «o»? ¡Será «y»!

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      1. ¡Pues eso! Y en los informativos… me parece horrible, pero hay tantas cosas que me parecen mal, que casi lo termino por asumir. En la vida cotidiana, me dan ganas de preguntar ¿has leído a Dante?, eso o ganas de asesinar, depende del día, jaja. 😉

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  2. A mí me molesta enormemente que utilicen «otro» para referirse a un accidente, a un asesinato por violencia de género, a una desaparición….»otro», como diciendo, » uno más, no os preocupéis que en un par de días tendremos «OTRO».

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  3. Y un amigo de verdad? Yo es que soy un rancio, solo gasto amigos de mentira ¿? Lo malo es que estamos tan acostumbrados a recibir constantemente noticias de guerras, muertes y asesinatos que ya nada nos asusta. Y da igual como lo digan. Besicos de verdad

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    1. O amigos personales, que dices, ¿qué otro tipo existe? ¿Impersonal? ¿Laboral? Lo de las noticias es un mundo aparte, me da por pensar que les ocurre como a los médicos, o a los forenses, que al final se acostumbran y se olvidan de que no deberíamos verlo como algo tan cotidiano.
      Besicos nada rancios! (Palabra que me encanta, por cierto!)

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  4. ¡ Ojala, que sea solamente eesa palabra..»dantesco «! Twitter, Facebook , WordPress….a sorprender con las palabras absurdas, combinaciónes raras y sofisticadas. Nos pasamos ..es verdad. Y se pierde el sentido, olvidamos que todo lo genial es sencillo.

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