Vaya… noviembre se acaba y casi ni me he dado cuenta. Muchas conversaciones agotadoras consecuencia de una decisión necesaria. Sin embargo, cada semana ha tenido sus momentos, y ésta no podía ser menos.
Volver a Madrid, siempre colma mis expectativas, a pesar de que cada viaje es diferente y nunca sale según los planes. Conocí a cinco mujeres estupendas, que a su manera cuidan de Lu, mi amiga madrimaña. Volví a casa tranquila al ver que está en buenas manos. Y por supuesto, concierto de Vikxie, con abrazos y reencuentros incluidos, que siempre me cargan las pilas para una temporada.
Llenar el depósito últimamente es emocionante como si mi coche funcionase con oro líquido, o con sueños recién estrenados. Mi última visita duró más de tres horas y salí de allí con una sonrisa que compensa los dramas semanales con creces. Está siendo tan divertido, que si todo quedase en nada aún así se lo agradecería eternamente.
Feliz semana!
Qué chulas las pulseras. Me alegro de que hayas recargado las pilas. Ya sabes lo que hacer cuando se te estén agotando! Besicos recargados
Me gustaMe gusta