Noviembre me recuerda a las tortitas de arroz.

Estamos acostumbrados y enganchados a los sabores fuertes y al paso rápido del tiempo, a buscar el motivo en cada día en vez de disfrutar de lo que nos ofrezca cada momento, aunque no siempre sean montañas rusas.
Nos pasamos el verano hablando del calor, porque nos agobia. En septiembre celebramos el inicio de curso y esperamos la navidad, para celebrar los reencuentros, empezar el año y hacer balance. En invierno el frío, el cambio climático…y en primavera las alergias, y por supuesto el regreso de las flores, y cómo no, las mariposas, reales y ficticias. Y así año tras año.
Y parece que noviembre sea sólo un mes de transición, el discriminado del calendario, porque no tiene fechas destacadas (aunque yo me empeño en celebrar los derechos de la infancia y reivindicar la lucha contra la violencia machista).
La otra noche pensaba en la velocidad de la vida, y en la comida rápida, y llegué a una conclusión: somos adictos al sabor, adictos a los aditivos de la alimentación y de la vida. Por eso nos atrae más un plato condimentado que uno sencillo. Por eso nos apetece más una fiesta que una tarde de sofá. Por eso nos apasiona la primavera, el nacimiento de una nueva etapa… pero rechazamos el otoño, por su semejanza con nuestra madurez, imagino.
Sin embargo, la vida se nutre de pequeños placeres, tal como yo lo veo.
Nos encantan las comidas exóticas, los amores intensos y los días emocionantes, pero es importante también apreciar el silencio, disfrutar de cierto tiempo para estar solo  o… celebrar noviembre.
Tan sólo es necesario enfocar un poco mejor y apreciar la belleza cotidiana. La vida es un camino más o menos largo, más o menos entretenido, pero de nosotros depende vivirlo con alegría y con serenidad. Si esperamos siempre flores recién cortadas, tal vez no valoremos el árbol que muda sus hojas en otoño. Igual que si esperamos siempre un chuletón, nos perdemos el placer de las tortitas de arroz.

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12 comentarios en “Noviembre me recuerda a las tortitas de arroz.

  1. A estas alturas, ya sabes que pienso como tú. Y, o yo no me había dado cuenta o ahora la gente habla muchísimo del tiempo. Y además nunca están satisfechos: si llueve porque llueve, si hace calor porque es agobiante, el frío porque no puedes ni salir de casa……..No puedo más oír hablar de las cosas, la vida es para vivirla con todos sus matices y regalos cotidianos.

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  2. Noviembre es un mes hermoso, en el trópico es el mes donde inician los llamados «nortes» con el tono gris y fresco de sus días (después de varios meses de calor uno se pone feliz de sentir un poco de frío), las mañanas parecen tardes, incluso el ambiente tiene un aroma distinto, más acentuado. Es un mes de contrastes y me gusta mucho, además mi hija nació en este mes, una mañana de norte, una razón más para celebrarlo. Saludos

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  3. Noviembre, y Octubre si me apuras un poco, son los meses más bellos del año. Son los meses del arcoiris, cuando el verde se tiñe de todos los colores que ha estado gestando durante el verano, el aire se vuelve limpio y el viento barre todo lo que nos sobra. Son el momento de saltar montones de hojas caídas y jugar en los charcos, de noches largas donde acurrucarse y castañas asadas que te tiznan los dedos. Y lo mejor de todo, las primeras nieves que harán explotar una nueva primavera al año siguiente. Se puede pedir más?

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  4. Octubre y noviembre son mis meses favoritos. Me encanta el otoño, las calles cubiertas de hojas de los árboles, el frío que empieza a llegar poco a poco y las tardes de lluvia.

    Hay que disfrutar de cada estación, de cada cosa e instante que nos oferece la vida.

    Buena entrada. Me ha gustado mucho.

    Un abrazo.

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