Pues no es por ser dramática, pero ¡vaya inicio de día!
He descubierto con pánico un pellizco en la rueda, que cambié hace nada, que amenaza con reventar cuando menos lo espere. O igual no, igual se ha hecho un piercing y no es nada… ¡¡¡Que no es nada??? ¡Si se le ven los sesos a la pobre! (esto hay que leerlo con mi voz interior sensata frente a mi voz interior adolescente, que no se independizará en la vida, me temo).
Automáticamente, pienso a la vez que tengo un millón de cosas que hacer en la oficina, que tengo que entregar la memoria anual, buscar a alguien para sustituir a mi compañera, una reunión a las cuatro y… vamos, que me viene fatal resolverlo en este momento; luego también pienso que si tengo un accidente me perderé el ZjZ, el Túnel y la excursión a Port Aventura, seguido de si habré cobrado, ya que mi cuenta estaba en infrarrojos la última vez que me fijé, y que joder, las cambié antes de vacaciones, qué mal me viene…
Viendo que entraba en caos mental, y en un afán positivo, he organizado la secuencia práctica para no quedarme en ese bucle catastrófico, me he dicho eso de «si no tienes zapatos piensa que hay quien no tiene pies», «be water, my friend» y hasta me he cantado la Macarena, que siempre viene bien en estos casos.
Punto uno, voy al banco a ver si he cobrado, si es así, no preocuparse, el rojo no volverá a ser tendencia hasta el día 20… bueno, el 16 o 17 si contamos con pagar las ruedas. Si no he cobrado, tiraré millas con la rueda de repuesto y le lloraré al jefe para que cumpla su obligación y me pague mi precarisueldo, digamos… ¿hoy por ejemplo?
Punto dos, no voy a visitar a mi mecánico de cabecera, que es un crack, y le tengo mucho cariño, pero justo por eso me hará esperar y me sacará los cuartos, y el tiempo es oro, y no tengo lo uno ni lo otro. Así que buscaré un sitio de esos que pagan mal a sus currantes y gracias a eso cobran poco a sus clientes, aunque normalmente me niego a ir… soy humana, ¡qué queréis!
Y por último, aprovechando que llevo encima la agenda y el cuaderno de reuniones, me tomaré un café mientras me lo resuelven, y así me preparo la reunión de esta tarde.
Total, que ahí estaba yo que parecía que del agujero de la rueda salieran billetes de 500, o confeti como mínimo, camino del banco con mi mejor sonrisa de cuento de la lechera, al principio del cuento, claro.
Y así sigue el drama…
Mi mente privilegiada, que se acuerda de lo que quiere y omite los malos recuerdos, qué generosa ella, se hace la despistada cuando pienso, «bah, pa qué voy a dar vueltas para aparcar, si actualizar mi saldo son tres minutos, ¡ese carga y descarga justo en la puerta del banco es perfecto!». Muy bien, un gran aplauso para Silvia, la persona que una sola vez, ¡UNA! se animó a copiar en un examen, después de que seis o siete, o diez personas compartieran el libro, y ¡me cazaron a mí! ¡Que sólo lo había pensado!
Bueno, como esto no pretende ser una novela de suspense, pues efectivamente, como todos imaginaban, excepto yo en ese momento, cuando he salido del banco había un coche de policía alejándose del escenario del crimen, y me habían dejado una carta de amor, digo yo, por el color rosa del papelito.
Respira, Silvia. No pasa nada. ¡¡¡Que no pasa nada??? ¿Aparcar en carga y descarga no eran 100€? ¿o eran 200? Los tres metros más largos del mundo me separaban del papel, que no he querido mirar porque conducir con los ojos llorosos es como hacerlo sin gafas, y el objetivo del día era evitar accidentes, me recuerdo a mí misma.
Total, que me han empañado el subidón de «¡olé, que he cobrado! ¡no era para tanto!». Así que me he plantado en el taller, o como se llamen esos sitios en que te venden de todo con la excusa de poder usarlo en el coche.
Y al llegar, me ha sonado una notificación (qué palabra tan fea) en el móvil… para recordarme que esta noche me voy a perder el concierto de fin de gira que llevaba meses deseando. Que no es una novedad, porque ya sabía que me lo perdía, los viajes relámpago en martes son inviables. ¡Pero no era el momento de recordármelo, señor feisbuk! Véase la ironía, el hashtag es #YoNoMeLoPierdo. Yuju. Enhorabuena a los premiados.
Ahí es cuando he decidido saltarme la dieta y comerme un bollo de chocolate.
Y después he decidido mandar a la mierda la memoria anual y soltar todo aquí, a ver si así se termina el bucle y todo vuelve a la normalidad, o al menos se queda en pausa un rato. Ahora supongo que se colgará el ordenador y todo desaparecerá. Incluida yo.
Total, que si estáis en Madrid, sin plan para esta noche, y con ganas de echar unas risas, escuchar buena música y pasarlo bien, pasad por allí y dadle un achuchón de mi parte.
Me encanta Vikxie desde que lo descubrí 🙂
Y muy guay la entrada.
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¿En serio? ¿No irás esta noche al concierto? ¡Aaaysss, llevo muy mal lo de perdérmelo! La entrada es totalmente verídica, vaya mañana… digamos entretenida, que llevo. Me recuerda los anuncios horribles de compresas de los años 80, o los de Belvita o leche sin lactosa o alguna mierda de esas, yo hoy soy el antes. Veremos mañana, ¡si no acabo comprando todas las mierdas de los anuncios!
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No 😦 😦 me es imposible desplazarme a Madrid, pero ojala pudiera disfrutar de su música.
Y, casualmente, yo he tenido una mañana un tanto… patosa. Me ha gustado mucho la naturalidad con la que has escrito ese «drama» cotidiano, y es que las penas escribiendolas son menos penas 🙂
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No hay mucho más que se pueda hacer que reírse de estos días! Un abrazo patoso,jaja.
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Cierto. Un abrazo patoso (me ha gustado eso, lo utilizaré, jajaja)
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Largos dias y el sueldo en horas se vuelve humo. abrazos y rosas.
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El sueldo debería durar más que estos días! Un abrazo!
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Voy a ir a pedirle que no haga un concierto un martes! Espero que la nota no fuera ni 100, ni 200, sino bastante menos. Para que este martes mejore ve al baño, ponte frente al espejo y sonríe. Con la luz que genere tu sonrisa te entrará un bienestar interior que hará que por momentos lo malo cese. Repite el proceso cuanto sea necesario. Todo irá bien, si te lo propones. Para lo que no, recuerda que aquí seguimos dispuestos a ayudarte a que así sea. Aunque el tema económico sea complicado de afrontar… 😛
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Jaja, has estado rápido con el comentario final, ays. La nota al final bah, calderilla,jaja. El resto, he decidido tomarme el día con calma, he hecho un rato el payaso con los críos en el curro y eso lo cura todo! Gracias por el apoyo. Besicos marcianos!
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Para que tu miércoles sea mejor que el dramamartes de ayer, te comento que hoy es tu turno: https://historiastrastudni.wordpress.com/2015/10/07/100-gracias-parte-2-2/ Espero que te guste. Besicos dedicados.
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Me acabas de plantar una sonrisa en la cara! Besicos agradecidos!
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Qué pena no tener un agujero para verla. Tienes que estar resplandeciente! Besicos sonrientes
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Pues tienes dos opciones: meterte en la cama y llorar desconsolada; o cogerte una borrachera y bailar y cantar a voz en grito tus canciones preferidas.
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Y aquí me tienes cantando Salvajes (canción que me perderé esta noche…) a pleno pulmón!
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Sí señor!!! Ya sabía yo que la opción a ni la valorarías. Un besazo.
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Me encanta tu optimismo, voy a copiarlo porque con ser Martes también ha empezado torcido, para mí claro. Buen día.
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Ahí se demuestra que los lunes están demasiado mal vistos! Respira, y da un paseo, si puedes, o cómete un pastel, ánimo! Un beso marino!
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Hola, me ha gustado tu espiral-entrada… Si te sirve de consuelo, mi martes tampoco ha sido muy bueno. ¡Mañana ya es miércoles! 🙂
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Mañana nos comemos el mundo! Invito yo! Un abrazo!
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